En el marco del Seminario Permanente del Doctorado en Estudios Sociales en América Latina del Centro de Estudios Avanzados de la Facultad de Ciencias Sociales/ UNC, Juan Carlos Monedero* (Universidad Complutense de Madrid) brindó una clase que llevó como título «Hacia un tercer despertar de la historia: la crisis del neoliberalismo». Coordinó Esteban Torres y presentó Javier Moyano.
Monedero desarrolló su ponencia tomando ideas del filósofo Alain Badiou, quien manifiesta que hay momentos en donde la historia se despierta, seguido de momentos de retroceso. Se toman como referencias la Revolución Francesa (y el retroceso tras la caída de la Comuna de París), la Revolución Rusa (y el retroceso con el fin del capitalismo organizado y la imposición del neoliberalismo). Ahora estaríamos en un momento de nuevo despertar, en la forma de una lucha contra el neoliberalismo.
Monedero expresó que «los contornos son aún imprecisos y la confrontación es aún principalmente defensiva. Pero van viéndose las grietas por donde se anuncia el advenimiento de una etapa». El creador de Podemos junto a Pablo Iglesias y a Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Luis Alegre Zahonero, Miguel Urbán, considera que «el protagonismo no lo tendrán los liderazgos -como en 1789- ni del partido -como en 1917-, aunque habrá partidos y liderazgos, sino de alguna suerte de articulación de estructura y horizontalidad podríamos intuir en la forma de un partido-movimiento».
Aquí algunos conceptos esgrimidos en el seminario realizado el 23 de agosto de este 2022.
Se van contaminando las tesis democráticas y las tesis liberales, el liberalismo se va haciendo democrático y la democracia se va haciendo liberal. Sobre todo después de la segunda guerra mundial los partidos de izquierda deciden optar por la vía electoral, no por el asalto al palacio de invierno, es decir que se liberaliza en alguna manera. Al mismo tiempo lo partidos liberales han ido aceptando el sufragio universal, han ido cediendo a la jornada laboral de 8 horas, han ido cediendo al sufragio femenino, han aceptado a que no trabajen los niños, han ido cediendo en algunas cuestiones.
Ahora bien, esta contaminación se termina cuando hay crisis económica, porque cuando hay crisis económica, el liberalismo que se ha democratizado, reniega otra vez de la democracia, y te puede dar golpes de Estado o te puede utilizar nuevas fórmulas ajenas a la democracia liberal como estamos viviendo hoy en día.
Les he planteado de que se han roto los grandes consensos, hemos hablado del año 73 (se refiere al Golpe de Estado en Chile, justo a un gobierno de izquierda que había accedido por el camino de las urnas y no por la vía de la revolución), hemos hablado del neoliberalismo como un sentido común, con una serie de normas como la apertura de las nuevas fronteras, articulaciones, desregulaciones, hemos planteado como eso genera un consenso sobre la base del pesimismo, hemos planteado como hay una mayor aceptación de la violencia y hemos planteado también que esto siempre genera protestas. Siempre que se empeoran las condiciones de vida de los pueblos, siempre hay protestas, esta es una de las lógicas invariables. Aquí, estoy utilizando una mezcla del filósofo Alain Badiou (Francés) y una interpretación de un filósofo español llamado Amador Fernández, donde él plantea que hay momentos en la historia, donde despierta la historia, donde despierta la democracia, donde se incorporan nuevos sectores a poder autodeterminar su vida, y no hay frenos en la historia. Él plantea (Amador Fernández) que donde hay un primer despertar de la historia importante es con la Revolución Francesa, donde se va a generar por ejemplo la crisis de Fernando Séptimo y que va a permitir los procesos de independencia latinoaméricanos, va a permitir las revoluciones de 1830, del 48, el fin del antiguo régimen. Pero también va a generar siempre, y esto es muy importante entenderlo, toda acción siempre genera una reacción, siempre nos construyen nuestros enemigos. Entonces hay una articulación donde la reacción gana en 1871, cuando derrotan la Comuna de París, fusilan a 25 mil y/o 30 mil comuneros, el acuerdo entre Adolphe Thiers (Jefe de Gobierno Francés) y Otto von Bismark (Imperio Alemán), y ahí la historia se frena.
Vuelven a despertar la historia, plantea Alain Badiou, con la invasión rusa 1917, donde también se extiende por todo el planeta, a través, en ese momento ya no de los liderazgos sino a través del partido político la constitucionalización de los derechos sociales. Por tanto la Revolución Rusa va a permear y va a incorporar nueva gente a partir de 1917. Y esto se va a frenar entre los 70 y los 90 (siglo XX).
Hay un tercer despertar de la historia, «esto ya lo planteo yo» aclara Monedero, que Badiou lo cita en las Revueltas Árabes, y yo creo que hay un tercer despertar de la historia que es la lucha contra el modelo neoliberal, y que va a ser diferente de cómo se articuló la protesta con la Revolución Francesa que fue muy de la idea de liderazgo, es muy diferente de la protesta de la Revolución Rusa que era sobre la base del partido, ahora se está articulando algo mucho más movimientista aunque con algo de liderazgos y partidos pero que tiene nuevos contornos. Esta lucha contra el modelo neoliberal creo que nace en 1988 en México cuando gana las elecciones Cuauhtemoc Cárdenas y se la roban porque se cae el sistema.
Un año después hay un levantamiento popular en Caracas, El Caracazo, que es reprimido a sangre y fuego por un dirigente socialdemócrata como Carlos Andrés Pérez, a partir de allí después va haber levantamiento en el 1992 de Chávez, en el 94 va a ser el levantamiento Zapatista, van a empezar la lucha antiglobalización, las luchas contra el Fondo Monetario Internacional, y se va a crear el Foro Social Mundial, va a ganar las elecciones en 1998 Chávez, luego gana Lula, gana Evo Morales, Correa, Néstor Kirchner, y va a ganar Lugo en Paraguay, es decir, hay como una emergencia de la lucha contra el modelo neoliberal, que es donde estamos.
El problema es que esta lucha contra el modelo neoliberal todavía no está perfilado, es decir, todas las protestas en todo el mundo, que existen en muchos lugares tienen como eje central la superación del eje neoliberal. El levantamiento en Chile cuando le suben 30 céntimos, el precio del metro, les dicen a los estudiantes, «pero si es una basura 30 centavos, por qué están protestando», ellos responden: «no son 30 centavos, son 30 años». Es decir que estaban protestando por esa acumulación de ese modelo neoliberal, que había roto ya las compuertas.
Entonces, la conclusión que tenemos es que estamos en un momento de superación del modelo neoliberal lleno de incertidumbre. Se ganó en la primera oleada rosa, luego regresó el neoliberalismo con Macri, Piñera, Lasso, pero ahora han vuelto a ganar estas fuerzas políticas actuales. Pero ahora bien, vuelven en un momento de incertidumbre donde todo está abierto. Esta es la conclusión que quería compartir con todos ustedes. Estamos en un momento en el que hay una confrontación entre el modelo neoliberal que quiere seguir imponiendo sus recetas pese a que ya no sean válidas y para cada problema que existe en el mundo, es en Argentina, los neoliberales tienen una respuesta que ya la han aplicado y que no funciona pero que es capaz de concitar apoyo popular. Más privatizaciones, más desregulaciones, más aperturas de frontera, menos sindicato, menos partidos políticos de izquierda, más violencia, más leyes mordaza, más antidisturbios, más carabineros, incluso más guerras llegado el caso.
Y en el otro lado, el problema es que no hay claridad, no hay claridad fíjense ustedes, es una paradoja con la que quiero terminar, la derecha está invalidando la democracia liberal, y al izquierda está defendiendo la democracia liberal, que es una paradoja. Es decir que, la izquierda que asumió con mala cara la democracia liberal, renunció a la lucha armada, la última vez que hubo lucha armada fue en el 94, con el levantamiento Zapatista y fracasó igual que había fracasado en el 92 el levantamiento de Chávez.
Hay una lectura de que la lucha armada ya no es la solución y que la solución debe ser la vía electoral, pero curiosamente cuando la izquierda sume la democracia liberal, asume que la vía es la electoral, asume que es ir a los gobiernos y ganar las instituciones, la derecha empieza invalidar la propia derecha neoliberal. y la invalida a través del lawfer, es decir el uso de los jueces donde el caso más evidente que conocemos es el de Lula, pero lo que hemos visto hoy de lo que se hace con Cristina Fernández de Kirchner parece bastante. O lo que hemos sufrido en España los miembros de Podemos, donde jueces sin ningún tipo de pruebas te acusaban, porque el lawfer tiene otro elemento de desconocimiento de la democracia, que eso nos llevaría para otra charla desde el libro 62 de Habermas, de su crítica de la opinión pública, donde los medios de comunicación se convierten en un actor político por excelencia, donde da casi igual lo que los jueces digan porque ya están condenados por los medios de comunicación y por lo tanto el libre juego democrático se invalida, porque ya no solo es el papel de los medios de comunicación sino también el de las redes sociales. Y la fragmentación que es un problema politológico por excelencia, la fragmentación de la escena pública. Antes he dicho que el neoliberalismo rompe los partidos y rompe los medios de comunicación y la pregunta pendiente es dónde se refleja la opinión pública, dónde se refleja la sociedad argentina como un conjunto, porque si nos hemos fragmentado y la gente acude solamente a los medios de comunicación que les cuentan lo que quieren escuchar, no hay ningún espacio en cual podamos construir el conjunto social y estamos abocados a una especie de una guerra civil permanente.
La derecha escoge el camino del lawfer, en España ya vamos camino a cuatro años con el Consejo Federal Judicial secuestrado por la derecha que no quiere renovarlo porque son jueces conservadores que les benefician en sus casos de corrupción o en sus ataques a la izquierda. Tenemos el mediafe, el control a medios de comunicación, por ejemplo que al igual que grupos como Clarín en Argentina se convierten en el principal partido de oposición de Néstor, luego de Cristina y después de Alberto Fernández. Nos encontramos con que apoyan al violencia, muchas veces a golpes de Estado sin ningún tipo de problemas, es decir que la izquierda que ha renunciado a la lucha armada ve como la derecha puede apoyar salidas de gobiernos de maneras violentas como por ejemplo las revoluciones de colores. Vemos también como esta fuerza neoliberal tiene una fuerza construida en las instancias financieras internacionales, donde aunque nadie les vote tienen la capacidad poner de rodillas a un país mediante la fórmula del endeudamiento. Por tanto tenemos la paradoja que en un momento de emergencia democrática contra el modelo neoliberal, cuando gana la izquierda los gobiernos tiene muy poquito margen para transformar las cosas. Por ejemplo en Argentina, Alberto Fernández hereda el Estado construido hace 200 años y construido lleno de inercia y lleno de selectividades y lleno de funcionarios, algunos armados como los militares y de leyes, y de modus operandi, de Know how, universidades, notarios, buffets de abogados y de conexiones con centros financieros internacionales que permiten un escaso margen, por lo cual, encima de atenerse a ese escaso margen nos encontramos con que los gobiernos progresistas defienden el modelo neoliberal que los desprecia, una derecha que se ha ido a la extrema derecha como hemos visto por ejemplo en Chile con Kast, con Bolsonaro en Brasil, con al emergencia de Milei en Argentina o del partido Vox en España.
Si todo esto fuera poco tenemos que añadir el declive de los Estados Unidos como la potencia mundial, es decir, la ruptura del orden donde había un único poder, y la tensión Chino-Rusa en un mundo multipolar, donde también vemos como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) desaparecen, son borrados del mapa, pero ahora vuelven a emerger sobre todo con la primacía de China y de Rusia que generan un orden que se asemeja más al de la guerra fría, donde la guerra de Ucrania, la de Siria, la de Palestina y la de Yemen son expresiones.
El cambio climático que nos pone en el horizonte el eco-fascismo ahí como una amenaza terrible y la emergencia de nuevos actores y que hay gente que los rechaza. Por ejemplo, la emergencia del feminismo como una emergencia esencial, va generando una respuesta conservadora muy fuerte o la emergencia de pueblos originarios que va a generar respuestas muy fuertes desde el racismo.
La conclusión es que estamos en un momento complicado donde creo que tenemos que ser pesimistas, pero pesimistas esperanzados porque si solamente somos pesimistas ya hemos sido derrotados, decía en los años duros del 1930 Gramsci que «al pesimismo de la inteligencia había que ponerle el optimismo de la voluntad». Recuerdo un poema que me costó mucho encontrar que decía «si ya no puedo creer que nada sea verdadero porque sigue viniendo cada noche la luz de la luna a batir la hierba», es decir, si todo está tan mal ¿por qué hay una constituyente en Chile? ¿por qué si todo está tan mal ha ganado Petro? aunque tuvo que cerrar su campaña con chaleco antibala, ¿por qué si todo está tan mal los bolivianos pese al golpe de Estado volvieron al gobierno? ¿por qué si todo está tan mal el PSOE y Unidas – Podemos somos gobierno en España? ¿ por qué si todo está tan mal sigue siendo necesaria por parte de las fuerzas conservadoras mentir? Porque si tienen que mentir es porque saben que hay una especie de conciencia en la gente, como decía Hannath Arent, «hay un elemento en la verdad que termina emergiendo».
Pero son tiempos en los que vamos a tener que hacer un esfuerzo en las instituciones, en las calles, en el relato, y un esfuerzo irracional, que la Ciencia Política tiene dificultades para entender pero que es esencial, y es hacerse de la alegría. Entre esa racionalidad que nos lleva a entender que necesitamos el aparato institucional para cambiar las cosas, esa confianza de que necesitamos esa presión popular en las calles para poder cambiar las cosas, esto que he planteado de que nos llevan cuarenta años de construcción de relato, por lo tanto tenemos que militar democráticamente en nuestro relato, y el cuarto elemento es la alegría y el entusiasmo, porque creo que vivimos en una etapa de mucho pesimismo y que si no inyectamos esa esperanza creo que caeremos en la derrota, al final no podremos construir esa conciencia, una conciencia pesimista es una falsa conciencia y necesitamos conciencia verdadera porque como decía Bertold Brecht «solamente los pueblos con conciencia son los pueblos que tienen esperanza».
-Hasta aquí el tramo que consideramos central de la ponencia de *Juan Carlos Monedero.
Los contenidos que hemos compartido en el escrito pertenecen a un segmento medio de la charla, pero que consideramos de gran valor.
Apuntes y redacción *Pablo Miranda (Editor Caminante).
Ponemos a disposición la clase completa para aquellos que quieran escucharla. Material que ha dejado disponible la FCS/UNC a través de su canal de youtube. (Comienza en el minuto 11 con 45 segundos una vez que se estableció la comunicación).