La Cumbrecita en Otoño

 

La Cumbrecita es un destino de todo el año y cada época tiene su encanto, estos primeros días de otoño son ideales, entre vestigios del verano reciente y el otoño que empieza a aportar días un tanto más frescos y la fiesta de la naturaleza que inicia sus cambios graduales.

Estar en La Cumbrecita es respirar aire puro, resetearse (reiniciarse) de manera natural para no olvidar nuestra esencia y volver a ser uno. Senderismo, caminatas, trekking, cabalgatas, algún chapuzón o introducir nuestros pies en sus aguas, avistajes, safaris fotográficos.

La Cumbrecita es disfrutar, a medida de que te acercas, del estruendo de una cascada que se va percibiendo hasta que llegas a apreciarla en su plenitud.

Puedes optar por tener una primera experiencia en una visita diaria, pero seguro tendrás ese deseo de volver para disfrutar de los mejores atardeceres hasta que la noche se impone con los sonidos particulares del descanso en la Sierras de Comechingones.

Este encanto natural está acompañado de paisajes arquitectónicos centroeuropeos producto de los inmigrantes que llegaron en la década del treinta y que la fueron construyendo como pueblo con el aporte de lugareños serranos y materiales de la montaña, ese sincretismo hace que La Cumbrecita sea una fusión cultural propia.

Los restaurantes hacen de las suyas con platos típicos centroeuropeos, regionales, criollos; a lo que se suma una excelente repostería.

Reserva Natural de Uso Múltiple La Cumbrecita, es ese lugar que no puedes dejar de visitar. ¿Dónde alojarse?

 

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