Foto: Turismo Los Reartes.
*Por Pablo Miranda.
Pareciera detenido en el tiempo, por sus casonas de mediados del 1700 y entrado el Siglo XIX, la Iglesia Histórica del 1821 (declarada Patrimonio Histórico de la Provincia en el año 1995) que reemplazó a aquella Capilla Vieja de más de 300 años construida por los primeros españoles que llegaron al lugar, por los caballos atados al ingreso de la Pulpería Don Segundo Sombra, un pueblo que sostiene sus tradiciones. La puesta en valor de los morteros aborígenes a la vera del río, que son esos cuencos que fueron utilizados por los Comechingones, aborígenes que habitaron la región, para uso cotidiano en el que trituraban sus alimentos, para extraer la pigmentación de algún vegetal y posterior utilización, y también para cultos – rituales.
Pero hasta aquí he mencionado mayoritariamente, solo parte de lo patrimonial monumental, lo tangible, lo que podemos tocar, y tal vez cometí el pecado de describir como postal a los caballos atados en la puerta de la pulpería. Digo pecado por obviar hasta aquí que también está presente lo intangible, eso que no podemos tocar pero que está allí, eso que por algún juego de la semiótica a través de alguna imagen o signo, la persona puede tal vez intuir lo que pasa en la realidad que dennota ese folleto entregado en alguna feria de turismo o en algunas de las múltiples imágenes que circulan en el abanico de redes sociales y páginas webs.
Para percibirlo hay que llegar al pueblo, se respira, está en el aire, sin que nadie te lo cuente hasta que te lo cuentan, que algunos hacen sus propios trenzados para riendas, cabezadas, bozales, estiran sus tientos para darle distintas utilidades. Algunos vecinos y vecinas aun producen sus propios chacinados, que detrás de esa postal de la pulpería con un bonito caballo atado en el ingreso de la misma, sobre el empedrado de la calle principal, hay una vida que transcurre en la que los lugareños se juntan todas las tardes a compartir la charla entre vecinos, jugar al naipe, tomarse una vuelta. Mientras escribo esta nota, se abre una pestaña en el timeline de la pantalla de la compu y facebook me avisa que alguien me pregunta si lo que quiero es cambiar el estilo de vida, que vea una serie de propuestas. Vuelvo a la Pulpería, un par de días antes de la Fiesta Patronal y Día Patrio 25 de Mayo, fue el escenario de la presentación del libro «Yo soy Martín Obligado» del poeta Luis Giménez, hubo público que se acercó a la misma, pero para nada alteró la partida de truco o de chinchón de quienes estaban allí con ese cometido, no se me ocurrió hacer lo que facebook acaba de consultarme, preguntarles: «quieren cambiar el estilo de vida», tal vez porque es una pregunta que allí se respondía por sí sola, no era necesaria formularla.
Los Reartes, un pueblo en el que se sostienen sus tradiciones, pero por voluntad comunitaria no por imposición o forzada porque esa a la lógica de la industria del turismo, me decía Lucas Sánchez (Jefe Comunal) en las Fiestas Patronales: » son fiestas de los vecinos, que se sienten en el corazón, y que luego se transformaron en producto turístico». Digo que ese espíritu está presente todo el año y que tiene sus picos de expresión cuando lo determina el calendario y las ganas, Valeria Calarco (Directora de Turismo) me explicaba en una nota para Punto de Partida (Canal 10): nos pasa que la gente se mezcla con los paisanos, los criollos, no participa como espectador, lo mira desde adentro . Aquí cada estación del año tiene su encanto, paisaje, cultura, historia e historias».
Hay corrientes de comunicación turística, marketing, publicidad que se inclinan por crear escenarios fantásticos, después la realidad le da un cachetazo al turista y el destino sufre, en consecuencia su gente, ese duro revés. Es esa construcción de sentido que intenta cumplir con los objetivos de la publicidad, basicamente crearte la necesidad, de algo que tal vez no te hace falta, pero que se te volvió necesario por esa acción.
En mi caso en particular, adscribo a otra corriente, la de contarte la realidad, si se volvió mágica es una consecuencia. Es no pensar solo el desarrollo en términos económicos, el desarrollo es por sobre todo la cultura, identidad, costumbres. Por eso, a lo que he relatado más arriba, le sumo que los vecinos cuentan con servicios esenciales, cobertura de salud pública, ambulancia, escuela pública y gratuita en todos sus niveles, un pueblo con política social, con preocupación y ocupación para resolver los paradigmas ambientales, el manejo de residuos, cloacas. En materia cultural no se hace chauvinismo, patrioterismo o falso nacionalismo ( que es eso que pone lo propio por sobre todo, y es lo que vale y nada más), sino que hay diversidad de expresiones, ideas y maneras de hacerlo, la comuna fomenta a través de encuentros literarios, de pintores, espectáculos para los vecinos y para los turistas distintas voces, sonidos, cosmovisiones y la radio comunal 92.5 FM «Tendiendo Puentes para que me Encuentres» va en ese sentido.
Me encuentro escribiendo de turismo, y de pronto realicé una descripción del pueblo, de la comunidad, de sus cosas; no es porque sí, es para intentar ayudar al turista o en potencia de serlo, a que conozca e interprete el lugar al que llega, escribí acerca de los valores tangibles e intangibles de Los Reartes, hay teorías de estudios en sociología que hablan de que los individuos se completan o conforman como personas por su vida en sociedad, tal vez por eso será que el vecino de Los Reartes es tan-gente.
*Editor Caminante
Tec. Universitario Comunicación y Turismo UNC
Estudiante de Sociología y Ciencias Políticas. UNC
Diplomado Periodismo Político. CUP
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