La Feria de Las Culturas en Villa General Belgrano

 

«Un mundo de pequeñas grandes historias».  Compartimos en nuestro sitio digital, la nota referida a este espacio de cultura, trabajo y de historias de vida, difundida en nuestra edición impresa reciente. Por Pablo Miranda

 

 

Primer paso dentro de la carpa, y sin respirar,  nos encontramos con María Rosa que es de Santa Mónica, vecina de aquí nomás, barrio pintoresco de Santa Rosa pero retirado del centro de la ciudad, orgullo de quienes lo habitan. Allí funciona un taller en el que junto a su esposo confecciona juegos didácticos en madera, el nombre del emprendimiento «Artesanías Wirin» de la lengua Mapuche:  «Dibujar, rayar, grabar signos sobre una superficie». En este puesto, de destacan los encastres de madera, con soporte pedagógico, para niños que ya tiene un año y más.

Guillermo Mackey hace varios años que está radicado en Villa General Belgrano y su especialidad es técnica tifani, vitraux y se destacan motivos figurativos Zoomorfos. Nos cuenta que vivía en Buenos Aires, y que estaba cansado de la vida de allá y aquí encontró el lugar que buscaba y que la estética del pueblo es un elemento diferenciador.

Con sus tejidos a crochet, lanas, telar y bijouterie encontramos a Carolina, ella es oriunda de Pergamino y hace algunos años que está radicada en Villa Ciudad Parque, cerquita de Villa General Belgrano. » Me encanta trabajar con las manos, es una forma de como tener un lugar donde uno lo crea y venderlo libremente en la Feria» nos detalla con simpleza cuando le preguntamos qué es ser artesano. La Feria de Las Culturas  viene articulando algunas políticas con el área de Desarrollo Social de la Nación, y Carolina nos cuenta que de manera colectiva con otras amigas recibieron máquinas de costura, con lo cual llevan adelante un proyecto de confección de remeras y pintura.  Nos dice que la actividad tiene para ella un valor incalculable, «soy madre soltera, de esta manera trabajo en casa y hace siete años que vivo de la feria».

Salvador Martínez es venezolano, y hace años que anda por aquí porque su compañera de  vida es argentina, no obstante nos cuenta que ha andado por muchos rincones del mundo. Al describir el periplo, con un ademán magnánime dice: «América Latina toda, menos Belice», y en Europa se aventuró a España e Italia, donde trabajaba igual que en nuestra zona, en ferias y en las playas. » Es parte de ser artesano». Describe con precisión:  «es un espacio que está pensado para el comercio de nuestro trabajo, sin ser explotados», es decir: «haciéndole el aguante a la manufactura de los productos. Somos focos de resistencia a la industria comercial, sin intermediarios» completa el concepto. Su trabajo consiste en crear trenzados criollos, también otros diseños con cuero de cabra y baqueta. Otra especialidad en la que trabaja, es en  todo el proceso de orfebrería, laminación, fusión de metales, engarzados de piedra y hacer diseños propios.

Aquella joven que solíamos ver por televisión cuando niños, los que ya tenemos cuarenta, junto a su perro Alfonso nos recibe con una sonrisa. Cecile Charré, siempre amable, dice sobre mi hombro  a un turista que pregunta sobre su mundo de títeres y juguetes: «son artesanales como los de antes, de la más pura tradición juguetera». Evocamos algunas anécdotas, le cuento que en una capacitación de Comunicación y Niñez en la Universidad Nacional de Córdoba, pusieron su ejemplo, de aquellos momentos que dejaron recuerdos imborrables en la memoria de los niños de entonces, valorándole que fue sin recurrir a golpes bajos y otras patrañas que hacen daño a la edad de crecer, y que por el contrario transmitía un saber. «Ser artesano es ser audaz, elegir la libertad y hacerse cargo de ella» califica así su profesión de titiritera que comparte con Tito Bleuville su esposo. Tenemos dos amores: «los títeres en la calle y los juguetes». Agradece a los organizadores de la feria que la invitaron a participar.

Todos coinciden en que para llegar a la Feria de Las Culturas, hay todo un trabajo previo de producción, de intervención en la materia que luego será lo que ese artesano soñó en una creación exclusiva. A veces todo ese esfuerzo no se valora. Pero como hemos escuchado mientras dialogábamos con algunos de los 24 artesanos que exponen en este lugar, es también un espacio de resistencia.

La feria está abierta de de lunes a miércoles de 15 a 21 horas, y de jueves a domingos de 10 a 21 horas, durante todo el mes de julio.  Avenida Manantiales a 50 metros de la esquina Roca y San Martín.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *