Todo su vida entregada al país, a los derechos de los humildes y a la Unión Cívica Radical.
Compartimos parte del artículo difundido por Diario Crónica Digital.
“Fue diputado provincial y nacional, presidente del Comité de la Provincia de Buenos Aires, docente y jamás percibió un centavo cuando fue profesor de historia argentina, instrucción cívica y filosofía ya que lo donaba a la Sociedad de Beneficencia con destino al Hospital de Niños y al asilo de niños”.
“En 1890 reclamaba la moral administrativa y el libre sufragio, pedía que se convoque al pueblo honorable ‘elegir con garantías y libertad a su gobierno’. Sostenía que ‘el poder a pesar de ser uno de los medios más eficaces para hacer práctico un programa, no es el fin a que pueda aspirar un partido de principios ni el único resorte que pueda manejar para influir en los destinos de un país… sólo los partidos que no tienen más objetivos que el éxito aplauden a benefactores que los acerquen al poder a costa de sus propios ideales”.
“En 1916 Hipólito Yrigoyen llega a la presidencia, en ese entonces, se decía que la ‘chusma’ había llegado al gobierno. Pero su política de mentalidad e independencia durante la ‘Gran Guerra’ mostró al mundo que el respeto internacional llega mejor por los roles morales que por la fuerza pura y el sometimiento de las naciones”.
“En su gobierno se crearon más escuelas, en especial escuelas de formación técnicas, bajó el analfabetismo, en la universidad se llegó a la democratización con la aparición de la Reforma Universitaria, defendió el patrimonio nacional. Creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales, para evitar los desmanes de los monopolios petroleros”.
“En 1928 el partido se divide entre personalistas que querían a Yrigoyen como presidente nuevamente y los antipersonalistas -conducidos por Alvear- que lo rechazaban, pero nuevamente el ‘peludo’ fue elegido, donde reafirmó y consolidó los principios de resguardar el patrimonio nacional, mediante la nacionalización del petróleo y la defensa de los intereses petroleros”.
“En su segundo período se producen choques entre la débil mayoría radical, representantes de la corriente conservadora y los socialistas. Intentó estatizar algunas empresas, proteger a las industrias nacionales, creación de la marina mercante, nacionalizar la actividad agrícola-ganadera: ‘De una vez hay que ir a la constitución del Banco Agrícola con carácter titular, local y profesional, para estar al servicio del agricultor, para acorazar al colono entre el zarpazo anual del acopiador y del comerciante, la dentellada voraz del importador y la hipócrita intromisión bancaria que vitaliza esa insensible orgía de buitres que destruye la vitalidad económica de la Nación”.
“Sufrió la crisis mundial que afectó a nuestro país, que empezó a endeudarse, los sectores militares y conservadores, más la práctica de una prensa tremendamente opositora, encontraron un buen sustento para el golpe militar; fue injustamente encarcelado en un regimiento para ser luego confinado en la Isla Martín García”.
“Hasta que en 1932, el Gral. Agustín P. Justo lo benefició con el indulto que sin embargo Yrigoyen se permitió rechazar, para luego morir el 3 de julio de 1933 y su entierro convocó una multitud”.
“Hipólito Yrigoyen fue un hombre de vida austera, un caudillo que había perdido todos sus bienes, que soportó dos veces la injusticia de estar preso y, tuvo que soportar ser tratado como un criminal, solo por la aspiración suprema de justicia, de derecho, de honor, de verdad y el gran amor a su patria”.