Así vivió La Cumbrecita su nuevo aniversario

El pasado sábado 6 de septiembre la comunidad de La Cumbrecita realizó la celebración de cumpleaños 91 del pueblo. El 7 de septiembre de 1934, el ciudadano alemán Helmut Cabjolsky, adquirió las 500 hectáreas de la estancia del mismo nombre. Este hecho fue determinante para el desarrollo del pueblito de montaña que con los años se consolidó como uno de los mejores destinos turísticos del país.

Un festejo con todos los ingredientes

El sábado 6 de septiembre, comenzó con desfile de autoridades,  instituciones y vecinos, luego tuvo lugar el acto institucional y prolongado festejo.

La Presidenta de la Comuna de La Cumbrecita, Silvana Torres, recibió a la Ministra de Desarrollo Humano de la provincia de Córdoba, Liliana Montero, quién trajo un vehículo eléctrico apostando al turismo inclusivo y sostenible.

La Banda Militar de Música de la Escuela de Sub Oficiales de la Fuerza Aérea Córdoba «Sub Oficial Juan Vulcano» acompañó el desfile interpretando obras musicales de corte patriótico y por supuesto Aurora y el Himno en los momentos señalados.

Agrupaciones y Fortines Gauchos cerraron el acto con un gran desfile por el Casco Histórico y rumbearon hacia el predio de destrezas.

Luego del acto protocolar en Plaza Seca/Puente Peatonal, se realizó la apertura del Campo Gaucho y almuerzo en el predio de La Pampita y Parque Fotovoltaico.

Para medir la magnitud del festejo, además de las jineteadas y destrezas gauchas, el escenario se nutrió de diferentes puestas artísticas, academia local El Tabaquillo y seis conjuntos folklóricos: Los Trovadores Serranos, Los López, Uno + Uno, Los Quintero, Alma Argentina y Paquito Ocaño.

Las comidas tradicionales criollas no podían faltar y allí se hicieron presentes los costillares, pollo asado, empañadas fritas al disco, carnes al disco que tenían luego destino de sándwiches, locro, cabritos y corderos, todo con elaboración a la vista completando una gran postal. A la tarde, las tortas tradicionales centroeuropeas, pero también las tortas fritas para acompañar el café y los mates completaron la postal viva.  

Llegada la hora cero del domingo se cantó el cumpleaños y se procedió al corte de la torta para compartir con los presentes, y siguió la bailanta no más.

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