Semana Santa una oportunidad de dinámica económica en un contexto difícil

 

*Por Pablo Miranda.

 

El próximo miércoles se aguarda una batería de anuncios de parte del Gobierno Nacional que conduce Mauricio Macri que tiene por finalidad atenuar la caída de la actividad económica que muestra sus peores indicadores de los últimos años, si bien era un escenario al que el gobierno apuntó para secar la plaza y que el argentino común no tuviera chances de ahorro y migrara a la compra de dólares, se dieron cuenta tal vez tarde que la sociedad no tolera esta situación y que la imagen del Presidente cae todas las semanas un poquito más, no pocas consultores anunciaron esta semana que la imagen de Macri está por debajo del 25%. Si se tiene en cuenta que supo alcanzar niveles del 65% y que la caída es sostenida, es imperioso para Cambiemos de que la tendencia no se profundice si es que quieren llegar con chances a Octubre.

Este es el escenario del país en cuanto a lo económico y en cuanto a la degradación social, sociedad desintegrada debido a que las fuerzas principales se ocuparon más en profundizar la grieta que en construir puentes, lazos y relaciones de tolerancia y de respeto por el otro, siendo la libertas un derecho inalienable.

En este concierto llega un fin de semana santo, que desde hace muchos ha perdido el recogimiento de otros tiempos, más allá de los credos cristianos que sostienen la liturgia, la realidad indica que se habla más de Semana Santa como un producto generador de dinámica económica y los pueblos que dependen del turismo la esperan con ansias sabiendo que luego de esta fecha siempre importante llega una depresión notable. Los pueblos más activos en eventos y mejor posicionados de alguna manera se las ingenian para que la baja no sea tan baja y algo se mueva, pero para otros llegan meses bravos.

A este panorama se le suma el clima electoral de elecciones locales y provinciales y cada cosa que pase tiene construcción de mensajes y análisis de la situación según convenga a cada candidato.

Todo indica que más allá de la pericia de gobiernos locales para campear la situación hay un condicionante Macro/Macri que no es muy alentador más allá de que los anuncios del próximo miércoles intenten traer algo de paz a los bolsillos de los trabajadores y la contradicción de un equipo de Neoliberales que debieron recurrir a la lectura de Keynes y dejar que el libre juego espere un tantito y que el Estado intervenga en la economía, apostando a la mixtura en la que no creen o negaron siempre.

Más allá de todo, no apostaron a la industria y a un modelo de acumulación, lo que hicieron fue apostar a la timba financiera y al festival de bonos y letras para los amigos.

*Editor Caminante

 

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