Macuquinas: monedas coloniales en las sierras de Calamuchita

En el Siglo XVI se fundaron cuatro casas de monedas en América, cuyo objetivo principal era proveer moneda para uso interno y para ser enviadas a la península Ibérica.

*Por Marcela Broggi.

Las monedas no siempre fueron redondas, la necesidad de producir más rápido y más monedas venció a la técnica, un martillo y el troquel dieron lugar a unas de las monedas más raras que puedas imaginar: Las macuquinas.

En la época colonial, el sistema monetario estaba basado en las disposiciones emanadas por la Corona española y cuya administración en tierras americanas estaba a cargo de los titulares de los diferentes virreinatos. Desde el momento mismo de la Conquista, la Corona vio la necesidad de tener amonedación propia, por lo que en el siglo XVI se fundaron cuatro casas de monedas en México, Santo Domingo, Lima y Potosí. Estas casas o cecas estaban a cargo del Estado y su función principal era proveer el correspondiente circulante metálico para uso interno y para ser enviado hacia la península ibérica.

Siglo XVI

Las macuquinas fueron piezas que más allá de sus formas, obtuvieron fama internacional debido a una ruta comercial que recorría el barco «Nao de China». Nave que en 1572 recorría desde las costas de las Filipinas hasta el ahora puerto de Acapulco. Piezas de casi todas las formas posibles, trapezoides, triangulares, círculos deformes, y hasta en forma de medio corazón, en fin, irregulares.

En América del Sur, se creó la Casa de la Moneda de Lima hacia 1565, pero debido a las distancias desde las minas y la difícil consecución del material combustible para los hornos, pronto hizo que se buscase un nuevo lugar para su implementación. En 1573, se estableció una nueva ceca en La Plata (hoy Sucre) que funcionaría algo más de un año, sin embargo, debido a problemas logísticos, el virrey Francisco de Toledo, ordenó el traslado de los instrumentos necesarios para la acuñación de moneda hacia Potosí.

Las minas de plata del famoso Cerro Rico fueron descubiertas en 1545, estableciéndose un gran asentamiento de españoles, indígenas y negros esclavos en Potosí, que se convirtió en una ciudad muy poblada, calculándose aproximadamente unos 150 000 habitantes para 15731. Con el inicio de las primeras acuñaciones, un gran número de operarios cumplían distintas funciones como tesoreros, ensayadores y tenientes, talladores, balanzarios, acuñadores, fundidores, esclavos, etc.

Con este hecho también comenzaría una larga secuencia de acontecimientos que durarían alrededor de dos siglos, período durante el cual se labraron millones de monedas
de plata de forma irregular conocidas como macuquinas.

Diseño

Macuquina: se refiere a monedas fabricadas a martillazos, por lo tanto sus bordes no son exactamente redondos. Esta acción la denominaban “macay cuna”. Como los españoles no podían pronunciar el idioma quechua d de los nativos, pronunciaron “macuquina».

Sus bordes son irregulares  y su espesor puede variar de una moneda a otra.

En el lado derecho del escudo, se ubica el valor 8, 4, 2, 1, ya sea en arábigo o en romano. En el lado secundario o reverso, en la parte central, se ubica el escudo cuartelado de Castilla y León, en una orla de ocho lóbulos. Alrededor de este, se muestra la leyenda ET INDIARVM REX. Las monedas de medio real, en el anverso, incorporan un monograma del nombre del rey y, en el reverso, el escudo de Castilla y León.  Los diseños se modificaron ligeramente con el transcurso de los años y según las disposiciones de cada monarca. No fue sino hasta 1617 que se incorporó la fecha en la leyenda del anverso, lo cual facilitaría su posterior identificación.

Valor de las Macuquinas

Las piezas de ocho reales tuvieron diferentes denominaciones como real de a ocho, macuquina, peso, patacón o duro y se acuñaron tardíamente en Potosí hasta 1773, a pesar de que en las otras cecas americanas, a partir de 1732, se comenzaron a acuñar las monedas conocidas como columnarias de cordoncillo o de dos mundos. La acuñación de monedas fue una de las industrias más tempranas introducidas por la Corona española en América, debido a la importancia que tuvieron los metales preciosos en el proceso de colonización.

En el Museo de la ciudad MEB se puede apreciar algunos ejemplares de macuquinas,  halladas en la zona aledaña donde estaba ubicada la Estancia Jesuítica de San Ignacio.

Sin duda un tesoro en la zona que revaloriza la historia.

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*Datos de la autora de este rico artículo, por sus propias palabras:

Nací en Rosario. En el año 2017 me mudé a vivir a Santa Rosa de Calamuchita. A fines de 2017 comencé a trabajar en el Secretaria de Turismo.

Soy Diplomada en Gestión Pública del Turismo para el desarrollo Local.

Actualmente estoy reemplazando a la chica que está en el Museo, ya que estuve de Responsable del museo en 2018 hasta mayo de 2019. Luego me fui de viaje y regresé en marzo de este año a Santa Rosa.

A partir de 2019 se comenzó a gestionar la refuncionalización del museo. Antes se llamaba Museo Histórico y Antropològico Estanislao Baños.

  • Referencias del artículo

Banco de México (2001). Mexican Coinage. Milan, Italia.  Arturo Chapa y Landucci Editores.

Casa de Moneda de México. (1989). La Casa de Moneda de México a más de 450 años. México D.F.: Porrua Editores.

Casa de Moneda de México (1989). Primeras Memorias de La Casa de Moneda de México. México D.F.Porrúa Librero-Editor.

http://etimologias.dechile.net/?macuquina

Fuente: https://www.gob.mx/cmm/articulos/las-monedas-no-siempre-fueron-redondas-macuquinas